Arnasa es un método de mejora de la postura mediante ejercicios neurodinámicos adaptados al ritmo de vida actual así como de reeducación respiratoria incorporando apneas respiratorias que trabajan el diafragma.
Observando como la mayoría de la gente se va transformando poco a poco en “Ramapithecus”, decidí agrupar lo mejor de algunas disciplinas para aportar felicidad a tu cuerpo y a tu mente. A lo largo del día, adoptamos vicios posturales que dejan huellas nefastas sobre nosotros que de no solucionarlos a tiempo, derivan en lesiones o incluso enfermedades.
Se puede seguir usando tecnología como un móvil, un ordenador, un e-book…sin generar un desgaste corporal mayor. Es cuestión de conciencia, por eso te invito a aprender a RESPIRAR, aunque suene raro no sabemos hacerlo. También a alargar el cuerpo y a crecer para dejar espacio a tus vertebras y a colocar tu mirada de forma que no provoque una cifosis o lordosis cervical.
Desde Arnasa quiero invitarte a ser atento con tu cuerpo y tu respiración y así acrecentar día tras día la calidad de vida. A ser consecuente con tus actos cotidianos y cambiar tus hábitos:
Uso del Móvil: eleva tanto la mirada como el móvil activando tu cintura escapular para evitar una hiperextención cervical.
En tu trabajo: siéntate de forma que tu cabeza este encima de tus hombros y de tus cadera, que tus rodillas dibujen un ángulo de 90ª perfecto con tus tobillos, que tu mirada siga una línea recta hacia delante sin rectificar el rango del movimiento de tus cervicales, intenta también andar unos pasitos cada hora o dos horas.
En casa: antes de tumbarte en el sofá y dejarte poseer por el mundo de las tecnologías…estírate o practica yoga.
A la hora de dormir: busca también una almohada apropiada ni gruesa ni blanda, intenta respetar tus curvas naturales para encontrar una postura anatómicamente correcta.
Al despertar: no saltes de la cama, dedícate tiempo, mímate, desperézate como un gato, incluso prueba colocar las piernas contra la pared formando un ángulo de 90º con tus caderas y respira profundamente unos 5 minutos, reincorpórate de forma suave y delicada.